Colorín colorado

Anoche, después del 0-1 frente a Brown de Madryn, el clima del Beranger hacía suponer que lo que sucedió estaba por suceder. Se fue Ruíz. Cuando nos íbamos del ya sin luces estadio, le dije a Pablo Guido, “la nota será Crónica de un fin anunciado”. Me ganó de mano Soloascenso. Se nota que tan creativo no estaba. Ya viajando a casa me llegó la noticia de la ida de Ruíz.

 

De todas maneras, y sabiendo que este final estaba al caer desde hace tiempo, no creo que sea la solución a todo lo que vimos en gran parte del torneo pasado y este breve comienzo-final de la etapa Ruíz.

 

Temperley, con estas cinco fechas, mostró que la ilusión por mantener la base más los refuerzos aún no alcanza.  Está bastante lejos de ser un equipo y aún queda por plasmar en el terreno una línea de juego definida.

 

Es el segundo Brown que nos deja a todos mudos, donde el de Adrogué sin proponérselo y el de Madryn con algunas virtudes (no tantas) se llevan todo de una cancha que supo ser difícil para todos.

 

Que lo pudo ganar Temperley no quedan dudas, pero aún así con una producción que dista bastante de lo que se pretende de un equipo con aspiraciones.

 

¿Qué cosas marcar de un partido como el de anoche? Lo mejor de la cancha, hasta que se fundió físicamente (y lo convierte en humano) es el despliegue del 3 de Brown de Madryn que juega con la 4, Rodrigo González. Cubrió con despliegue y velocidad toda la banda izquierda, de la defensa, mediocampo y ataque. No paró de correr y preocupar al fondo celeste. Un pibe de 21 años, que en 2021 estuvo en Belgrano de Córdoba pero es propiedad de Rosario Central. Pichón de gran jugador.

 

Temperley, con su esquema habitual, salvo la novedad de poner a Gallegos y dos centro delanteros como Tolosa y Pumpido.  Al cele le costo en ambos tiempos imponer condiciones. Por momentos ejercía dominio territorial, pero las contras del equipo sureño preocupaban a un Temperley que no encontraba solidez en el fondo.

 

En el primer tiempo pudo ser con un fierrazo de Gallegos que pegó en la parte externa del poste derecho de Ferrero, el uno visitante. Pero también lo tuvo Renso Pérez con un disparo que salió cerca del poste derecho de Matías Castro.

 

En esa primer etapa hubo un gran despliegue de Pumpido por todo el frente de ataque, lo que hacía presuponer que no estaría todo el partido dado que volvía de una extensa recuperación por lesión.

 

El final de esa primera parte ya presagiaba un final. Se fueron silbados y con cantos para que el equipo cambie la actitud. Colorín.

 

El segundo tiempo tuvo similares características, aunque Brown desperdició la mas clara del partido en los pies del talentoso y veterano Martín Rolle. Increíblemente un jugador con esa pegada la tire por encima del travesaño, solo frente a Castro.

 

Pero llegó el desenlace del partido con un córner desde la derecha donde el visitante manda cinco jugadores al área. Y Facundo Rodríguez de reciente paso por Temperley en la temporada anterior mete un cabezazo potentísimo para que los de Madryn se vuelvan a su ciudad con los tres puntos. Con gran respeto, no lo gritó. Y eso que era para gritarlo.  ¿Ley del ex? No. No creo, porque de existir esa bendita ley, también hubiese marcado nuestro Facundo, ex Madryn. Solo fue un cabezazo fantástico que pone a nuestro club a pensar en el futuro inmediato. Colorado

 

 

 

 

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