Marcelo Sarría “Los entrenadores y profes tienen que salir de la zona de confort y no replicar como nos enseñaron, sino en cuidar al deportista”.

» Por Martín Rodríguez Pinto

El pasado jueves nos visitaron, Marcelo Lucero Sarría, autor del libro “Salud Mental y Deporte” el cual se presentó el viernes pasado en el club, y Hernan Bosotina integrante del Departamento de Deportes del Club y también se desempeña como el profesor de “Baby Futbol” del club Temperley.

 

Marcelo habló sobre de que trata exactamente su libro y lo resumió en un “Cuando hablamos de eso, hablamos de priorizar al ser humano sobre el deportista. Se lo suele mirar a un deportista por lo que hace, pero cuando ves la salud mental, podes ver completamente a ese ser».¿En que se especifica más, en el deporte o en la psicología? «Es un poco de todo, trabajo en un área de salud mental hace más de20 años, he tenido una vida relacionada al deporte amateur, y tengo la idea de juntar ambas aristas relacionado a la salud mental. La mirada humana es una, mi idea es juntar todo lo que me pasó y llevarlo a la psicología en el ámbito deportivo».

 

Durante mucho tiempo no se trató la salud mental de una forma seria, inclusive fuera del deporte, habiendo ex jugadores como Oscar Ruggeri diciendo que la depresión no existe. Peor últimamente esto está cambiando, en la época actual se fue priorizando a las personas y su psiquis antes que al deportista y sus capacidades. «Por eso escribí este libro, el año pasado me recibí de coach deportivo y tengo una maestría en programación neurolingüística, todos estos elementos me llevaron a ver de forma más sensible la poca intervención en el deporte de este tema. Tenía que hacer algo al respecto”.

 

“Los entrenadores y profes tienen que salir de la zona de confort y no replicar como nos enseñaron, sino en cuidar al deportista”.

Los profesores tienen la responsabilidad de educar y guiar a todo tipo de deportistas, “Partamos de la base de que el deporte elite es de un 3% en el mundo, y no se hace nada en ese porcentaje, entonces ¿Qué queda para el amateur? Si nos corremos de las personas que hacen cosas increíbles en el deporte, el amateur es más terrenal. El desconocimiento hace que no hagan nada al respecto, y cuando alguno tiene el conocimiento, la gran mayoría de las veces no se tiene el valor para marcar la diferencia para generar el cambio. En el libro puse que lo profes tienen la capacidad del cambio en el deportista, la forma de vivir». Pero la exigencia no solo viene de los profesores o de los mismos deportistas, cuando son jóvenes, muchas veces, son víctimas de los famosos ‘sueños paternos frustrados’, «Algo que es interesante de ver en los pibes entrenando, es que ponen todo para llegar, pero todos no llegan. Pero ¿Quién dijo que todos quieren llegar a ser N°1? La pregunta sería, ¿Realmente es su sueño, o es el de otro y se lo condiciona? Por ahí quería disfrutarlo, pero no quería llegar a la exigencia».

 

Le preguntamos cual fue su inspiración para escribir el libro, si fue alguna vivencia, interés propio o inspiración ante el relato de alguien famoso, «Yo personalmente no me quedo enganchado en nombre, yo me enfoco en personas por lo que viven y por lo que necesitan, cuando uno empieza a ver determinadas experiencias, a algunos deportistas se le hacen imposible seguir su carrera debido a malas decisiones. Peor ¿Cuándo se debe ayudar a un deportista? En el principio del libro propongo que se debe ‘Llamar a los bomberos y apagar el incendio’, el punto es que hay que evitar llamar a los bomberos y educarlos y guiarlos desde mucho antes de ser deportistas, desde jardín mas o menos. De esta forma se evita un montón de decisiones mal tomadas y angustias evitables».

 

De esta forma concluimos la primera parte de la nota y pasamos al próximo invitado, donde Hernán nos habló un poco de las charlas que se están realizando en el club para casi todos los ámbitos, «Ya comenzamos la semana pasada con la violencia infantil y, como institución, como podemos abordar el tema. Ahora con Marcelo nos sumamos a esto y creemos que el club tiene mucho poder social para influir en estos temas. Con la dirección deportiva buscamos expandir más espacios deportivos tenemos que apuntar a eso. Además de las charlas, también hay formación para los profes y el cómo guiar a los chicos, que aprendan a ganar o perder sin frustrarse». ¿Con las charlas se pretende formar más a las personas que a deportistas? «No, hay que trabajar en un proceso de formación deportiva, pulir los recursos de cada alumno/a, pero no quita que también enseñemos estas posibilidades que ya mencioné, o cómo afrontar las lesiones. Hay que acompañarlos, enseñarles que es un deporte y que tienen que disfrutar».

 

Volviendo un poco a lo que conversamos con Marcelo, también le preguntamos sobre la incidencia de los padres por sobre los sueños de los más chicos y, tal vez, una mala actitud sobre la derrota o el mal nivel de sus respectivos hijos, «Muchas veces hablamos a la familia para explicarle el proceso y que bajen un poco. Tenemos que hacer un trabajo con el alumno y con el padre o la madre. Gracias a Dios tenemos mucha llegada a las familias, tenemos un método que da resultado con un código de convivencia».

 

Para finalizar, hablamos un poco de una frase recurrente de ‘Todo X Temperley’ y es que este no es solo un club de futbol, sino que es sobre todo un club CON futbol, «Por suerte, hace años que las distintas áreas deportivas ayudan a las direcciones con grupos de subdirección, hay muchos grupos de apoyos, como con rifas. El pulmón del club es el fútbol, pero entendemos lo que es el club y la vida social que tiene». Pero ¿Influye el rendimiento del equipo profesional de futbol? «Es un nivel del marketing para mí, si bien nunca hay que perder la mirada a donde se quiere ir, me parece importante lo que queremos como institución. Si estás en primera división, los chicos se van a querer poner la camiseta de Temperley. Tuvimos buenas épocas y malas, como la pandemia, donde tuvimos que salir con mucho trabajo y esfuerzo».

 

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