Exceso de ruido y desmesura

La verdad que lo único real, tangible y concreto de este sábado es que Temperley volvió a perder. Un 3 a 1 inapelable ante San Telmo en la pintoresca y mítica Isla Maciel. Resultado que hace virar los objetivos de este 2022. De clasificar al Reducido y entrar a la Copa Argentina a entreverarse con los equipos del fondo de la tabla y comenzar, en voz alta, a hablar del descenso. Tema inesperado hace muy pocas semanas. Cambio de aire en el clima cotidiano.

Y se amplifican los rumores, semana a semana, y pasan a ser un ruido constante. Las voces se escuchan: que había que traer un técnico con experiencia, que deben poner la cara y el fútbol los experimentados, que hay que rescindir varios contratos (sin aclarar cuáles) y poner a los pibes, que hay una cama de los referentes a los técnicos, que los manejadores del vestuario son los responsables, que van a quemar a Quiño y Tonga, que la comisión debe renunciar, que Tiki Tiki y Ruiz fueron los grandes responsables, que mucha obra y poco equipo, que se mantuvo la base y fue un error, que renunciaron los DT y bla bla bla. Muchos etcéteras como para seguir reproduciendo, casi todas buscando un culpable.

Las redes destilan una mezcla de crónica de una muerte anunciada (y eso que te lo dije) con las más elaboradas y poco fundamentadas teorías conspirativas que no hacen más que ayudar a enviciar el aire.

En este mismo marco las voces más amenazantes que pronostican un lunes difícil frente a Gimnasia y Esgrima de Mendoza donde las urgencias por salir del fondo de la tabla se incrementan, naturalmente.

Se viene generando desde un tiempo una contaminación en el entorno de Temperley que no puedo evaluar cuanto se pueden aislar los que deben trabajar por enderezar el rumbo deportivo y cuanto afecta el trabajo cotidiano.

No creo inventar nada si digo que de este clima que envuelve al fútbol solo se sale aclarando lo que se tenga que resolver puertas adentro de un vestuario (DT y jugadores) y luego llevando tranquilidad a la gente que el plantel persigue los mismos objetivos.

Nadie es ingenuo como para pensar que en un grupo humano no existan las diferencias, pero también se sabe que las mismas se toleran hasta el punto en que las mismas perjudican la convivencia y el trabajo.

Ganar, empatar o perder partidos va a seguir siendo una contingencia de este deporte hermoso que conlleva un alto grado de pasión, pero lo que no se debe permitir es que floten todo tipo de elucubraciones sin que los protagonistas aclaren como están verdaderamente las cosas. Por la salud institucional del club y las ilusiones de gran cantidad de gente que necesita saber que cuando va a la cancha, todos están comprometidos con los objetivos de Temperley.

De partido contra San Telmo, poco que agregar. Que si hubieron 15 minutos de ilusión donde parecía que algo nos podíamos traer de la Isla pero que luego se desvanecieron ante el tercer gol. Un Temperley que no convence, que alterna buenas, con más regulares y malas.

Pero repito que lo fundamental es devolver salud al microclima. Tal vez, un triunfo ponga calma a tanta desmesura.

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